En el siglo XIX, la Revolución Industrial marcó el devenir del hombre entendido como entidad social y cultural. Así, la implementación de nuevas tecnologías se está manifestando, dando lugar a lo que actualmente conocemos como sociedad de la información o del conocimiento (Franco, 2005 p.93).
La primera
referencia a la inteligencia artificial la tenemos del cine donde presenta que
las maquinas podrán superar al ser humano. Películas de ciencia ficción
La IA es una
rama de la informática que se encarga de crear sistemas y programas que son
capaces de imitar la inteligencia humana para
realizar tareas, y que pueden mejorar conforme recopilan información.
La historia
de la inteligencia artificial se remonta a los primeros días de la informática
cuando los investigadores comenzaron a explorar la posibilidad de crear
máquinas que pudieran pensar como seres humanos. Una de las primeras y más
influyentes figuras de la investigación fue Alan Turing quien propuso la prueba
que lleva su nombre como una forma de considerar que una maquina podría ser
inteligente.
El término
inteligencia artificial fue utilizado por primera vez en la conferencia dictada
por John McCarthy en 1956. Donde comenzó a tomar forma como
campo de estudio. Uno de los primeros
hitos de la IA fue la Deep Blue, una supercomputadora desarrollada por IBM para
jugar al ajedrez. Fue la primera que venció a un campeón del mundo vigente, Garry
Kaspárov, con un ritmo de juego lento. Esto ocurrió el 10 de febrero de 1996,
en una memorable partida.
Desde ese
entonces la IA ha logrado un progreso significativo, los sistemas de IA se
utilizan en una amplia gama de aplicaciones desde motores de búsqueda de Web
hasta automóviles autónomos, sistemas de búsqueda de motores utilizados por las
redes sociales o los servicios de streaming de video como Netflix y Prime Video,
etc. Comprensión del habla humana como Siri, Google Assistant o Alexa.
Generadores creativos como Chat GPT, hasta software de reconocimiento facial;
sin embargo, todavía hay muchos debates sobre el futuro de la IA y los
problemas éticos que podrían surgir.
Algunos de
los expertos creen que la IA, eventualmente superará la inteligencia humana,
mientras otros estiman que la inteligencia humana siempre estará limitada por
la dependencia de datos creados por seres humanos.
Desde hace
algún tiempo la industria de la tecnología ha estado atravesando por una
situación difícil como el colapso del Silicon Valley Bank y escándalos en la
industria de la criptomonedas. No obstante, a principio del año la empresa
Microsoft y el laboratorio de investigación OpenAI con una inversión de 10 mil
millones de dólares dieron a conocer una nueva alianza en la que el motor de
búsqueda Bing integraría la última generación de la inteligencia artificial
Chat GPT-4, un sistema que es capaz de responder preguntas, generar imágenes, generar
textos y crear cuentos.
La IA
generativa como el Chat GPT-4 podrá aplicarse en todas las áreas, en la
medicina para elaborar diagnósticos, en el derecho para redactar contratos y en
las empresas para generar manuales, en la educación mejorará la dinámica entre
alumno y profesor, teniendo un valor disruptivo.
Google ha
sentido la presión de esta nueva tecnología y ha respondido rápidamente con el
lanzamiento de Bard su chatbot de IA. Tanto Bing como Bard cometen errores,
pero las empresas alegan que están en pruebas ignorando esta señal de alarma.
Además de la
batalla comercial de los chatbot ha habido crítica con relación al chat GPT por
ejemplo las universidades han expresado dudas sobre la herramienta para
detectar plagios impulsados por la IA, en Italia se ha suspendido temporalmente
el uso del chat GPT por problemas de privacidad en el uso de los datos, en
China se ha bloqueado el uso de los chatbot de USA.
Hay quienes
alegan que la brecha entre ricos y pobres se amplía, si la tecnología está en
pocas manos dando lugar a una colonización digital o como refiere el filósofo
francés Sadin (2020), el fenómeno de la silicolonización.
Bill Gates (2023), sostiene que el desarrollo de la inteligencia artificial ha comenzado y es tan
fundamental como el celular, que cambiará la forma como las personas conviven
agrupando industrias enteras alrededor de éste. Reconoce que hay riesgos y
problemas con esta tecnología aludiendo a que algunas veces no comprende el
contexto de solicitudes, que da respuestas erradas ante problemas matemáticos,
que no tiene sentido de lo abstracto y la posibilidad de que se salga de
control. Ante esto último consideró que no hay motivo de preocupación a corto
plazo, pues en la actualidad no existe IA tan fuerte.
Por otra parte, un grupo de académicos e
investigadores hicieron un llamado, a través de una carta a todos los
laboratorios de IA para que pausaran durante seis meses el desarrollo de nuevos
sistemas de IA. Esto
así para desarrollar e implementar protocolos de seguridad compartidos para que
los diseños de seguridad avanzados en IA sean rigurosamente auditados por entes
externos independientes.
Esa carta
está firmada por figuras como Elon musk, Steve Wozniak, Yuval Harari, entre
otras personalidades.
La Inteligencia
artificial implicará desplazamiento laboral especialmente aquellos trabajos
manuales y repetitivos, implicará pérdida de privacidad, ya que puede ser
utiliza para recuperar grandes cantidades de datos personales, lo que obliga a
su regularización y control. De no ser así podría utilizarse para manipular la
información, lo que tendría consecuencias negativas para la sociedad en general
como el caso de las fotos publicadas de la masacre en Ucrania que no se saben
si son o no verdaderas.
También
pueden ser utilizadas en aplicaciones militares como la automatización de
drones y otros sistemas que plantean preocupaciones éticas y de seguridad en
este contexto y su papel en la escalada de conflictos. Un nuevo factor
geopolítico surge con la rivalidad entre USA y China por el control de la IA.
Esto plantea
la necesidad de estrategias de regulación para garantizar la soberanía digital.
Finalmente
deberíamos tratar de encontrar un equilibrio entre los temores relacionados con
los problemas éticos de la Inteligencia Artificial, que son comprensibles y
válidos, y su capacidad para mejorar la vida de las personas.