SILICOLONIZACIÓN Y LA POSVERDAD DIGITAL
Según Bauman
(2007), el desafío de este siglo no radica únicamente en los problemas que
enfrentamos, ni en la incertidumbre o los dilemas éticos y científicos, la
verdadera dificultad reside en la ausencia de un marco conceptual para abordar
la complejidad de la época. La magnitud de esta complejidad ha desorientado a
las personas, privándolas de una brújula para comprender fenómenos
extremadamente intrincados, como los que caracterizan al siglo XXI.
¿Por qué es
complejo este siglo? Porque experimentamos un momento de poder planetario,
tecnológico y económico sin precedentes en la historia, todos convergiendo
simultáneamente. Lo que denominamos “ser” se ha lanzado a la existencia en condiciones
sumamente complejas, especialmente en el ámbito tecnológico, donde factores y
elementos confluyen de manera abrumadora para la comprensión humana.
En su obra
Postmodernidad y Comunidad, Prieto (1992) aborda la “nueva alfabetización del
mundo”, destacando la actual post-alfabetización de la vida. Durante 30,000
años, los seres humanos pensaron de manera similar, hasta que una disrupción
tecnológica transformó la forma en que concebimos el pensamiento. Habermas
(1994), afirma que estamos presenciando una mutación en las realidades humanas,
marcando un cambio significativo en la forma de pensar.
Santos (2009)
sostiene que estamos inmersos en una nueva ecología del conocimiento, donde se
configura un paisaje intelectual y un pensamiento racional diferente. Por su
parte Marx, al hablar de la creatividad y la transformación interminable del
conocimiento, no sólo en la producción y la cultura, sino también en el
espíritu capitalista, señala la relevancia de este cambio de paradigma (Altvater
& Borón, 2006).
En el
presente, esta posibilidad de razonar (o, si se prefiere, de emitir juicios) y
la libertad para ejercer esta facultad sin restricciones ni condicionamientos,
se ve cada vez más obstruida y amenazada por la diseminación global de un
modelo de existencia gestado y aplicado por el tecnoliberalismo.
El principal
objetivo de este sistema consiste en imponer un paradigma de vida que dé origen
a una nueva forma de civilización, donde el uso masivo de la inteligencia
artificial y la organización algorítmica de las interacciones humanas generen,
y de hecho ya lo están haciendo en diversos ámbitos, sociedades cada vez más
automatizadas. Estas sociedades se tornan maleables a los influjos y al control
de los centros de poder del capitalismo, mostrándose menos resistentes a la
adopción de conductas promovidas por aquellos que ven en la sumisión ciudadana
una fuente de lucro para algunos de sus negocios multimillonarios.
A este
fenómeno lo denomina el filósofo francés Sadin (2020) la “silicolonización del
mundo”, porque responde a la estrategia elaborada por las más importantes
empresas radicadas en Silicon Valley que pretenden imponer su cosmovisión
ideológica al resto del globo.
Foucault (1975),
con su profunda indagación sobre el poder y el conocimiento proporciona una
lente valiosa para examinar cómo la silicolonización afecta nuestra capacidad
de discernir la verdad. Éste argumenta que el conocimiento está intrínsecamente
vinculado al poder y que las instituciones tienen la facultad de moldear la
percepción de la verdad mediante la regulación de la información.
La
silicolonización, especialmente a través de la personalización algorítmica, se
presenta como un claro mecanismo de poder en la era digital funcionando como un
filtro entre la vasta cantidad de información disponible, este proceso moldea
la narrativa informativa que llega a los individuos. Los algoritmos, diseñados
para anticipar y adaptarse a nuestras preferencias actúan como agentes de
regulación que no sólo ofrecen contenidos afines a nuestros gustos, sino que
también inciden en nuestra percepción de la verdad.
En el
análisis foucaultiano de la regulación del poder, se puede afirmar que la
silicolonización no se limita a satisfacer nuestras preferencias informativas;
va más allá al ejercer un control sutil sobre nuestra interpretación de la
verdad. Este control se manifiesta en la selección cuidadosa de la información
presentada, moldeando así la percepción colectiva y, en última instancia,
consolidando el poder de quienes diseñan y controlan estos algoritmos.
La posverdad
digital caracterizada por la prevalencia de opiniones y emociones sobre hechos
objetivos, sugiere que la realidad misma está siendo moldeada según nuestras
preferencias. Baudrillard (1970), postula que vivimos en una sociedad donde las
representaciones de la realidad han reemplazado a la realidad misma. En “la
Sociedad de Consumo” Baudrillard señala cómo la realidad contemporánea se ha
vuelto híper real, donde las imágenes y representaciones desplazan la realidad
tangible.
Por su parte
Nietzsche (1885), con su perspectiva perspectivista, ofrece una contribución
valiosa para abordar los desafíos filosóficos planteados por la
silicolonización y la posverdad digital. Nietzsche propone que la verdad es
siempre subjetiva y depende de la perspectiva desde la cual se observa. En “Así
habló Zaratustra” presenta la idea de que la verdad es un ejército móvil de
metáforas, esta metáfora sugiere que la verdad es una construcción fluida y
cambiante, dependiente de la interpretación subjetiva. Aplicando esta noción a
la silicolonización, podríamos argumentar que la información personalizada crea
ejércitos móviles de interpretaciones que varían según las perspectivas
individuales. No es que la verdad sea inexistente, sino que es fluida y
dependiente de la interpretación subjetiva.
Borgmann
(1984), conocido por su trabajo en ética aplicada a la tecnología, ofrece un
marco ético para examinar la influencia de la silicolonización en la percepción
de la verdad. Éste propone la idea de dispositivos focales, que son tecnologías
que permiten experiencias significativas y no mediadas. En “La tecnología y el
carácter de la vida contemporánea” destaca cómo ciertas tecnologías pueden
alienarnos de experiencias significativas por lo que podríamos argumentar que
la sobrepersonalización digital perturba nuestra conexión con la verdad
objetiva.
Ihde (1990),
propone una reflexión profunda al reconocer que la relación entre la tecnología
digital y la verdad no es unilateral; no sólo estamos consumiendo información,
sino que también estamos siendo moldeados por las tecnologías que la presentan.
Una conciencia crítica permite una adaptación más informada y reflexiva a este
nuevo panorama, donde las tecnologías digitales juegan un papel crucial en la
formación de nuestras creencias y comprensión del mundo. Tal y como diría
Parménides, pensar el acontecimiento es la vía única hacia la verdad (Hirschberger, 1965). Por
tanto, tomando como base a los presocráticos para los cuales lo más importante
no eran las respuestas que daban, sino las preguntas que se hacían; les invito
a dudar, a cuestionarse, a estar atentos a lo que está pasando para luchar por
el interés que tiene el poder para idiotizarnos.
Bibliografía
Altvater, E.,
& Borón, A. (2006). La teoría
marxista hoy. Problemas y perspectivas.
Baudrillard,
J. (1970). La sociedad de consumo. Siglo XXI.
Bauman, Z.
(2007) Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus temores,
Paidos, Barcelona.
Borgmann, A. (1984). Technology and the character of contemporary
life: A philosophical inquiry. University of Chicago Press.
Foucault, M.
(1975). Vigilar y Castigar: Nacimiento de la prisión. Siglo XXI.
Habermas, J. (1994). Teoría de la acción comunicativa: complementos
y estudios previos. Madri: Cátedra. Teorema: International Journal
of Philosophy.
Ihde, D. (1990). Technology and the
Lifeworld: From Garden to Earth. Indiana University Press.
Nietzsche, F.
(1885). Así habló Zaratustra. Alianza
Editorial.
Pietro, B.
(1992). Postmodernidad y comunidad. El
regreso de la vinculación social. Madrid, Editorial Trotta, citado en
Juan Pablo Palladino, “La ciudad: entre la reivindicación del espacio público y
la privatización de la vida”, Revista
Teina.
Sadin, E. (2019). La silicolonización del mundo. La
irresistible expansión del liberalismo digital. Revista Iberoamericana
de Ciencia, Tecnología y Sociedad-CTS, 14(42), 203-208.
Santos, B., de
Sousa (2009), Una epistemología
desde el Sur, México: CLACSO y Siglo XXI.
Hirschberger,
J., (1965). História de la filosofía:
Tomo I antigüedad, edad media y
renacimiento. Segunda edición. Barcelona: Editorial Herder.
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