martes, 23 de abril de 2024

 

CONSIDERACIONES ÉTICAS PARA LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA) EN EDUCACIÓN SUPERIOR

 

Que nadie mientras sea joven, se muestre remiso a filosofar, ni al llegar a viejo, al filosofar se canse porque para alcanzar la salud del alma nunca se es demasiado viejo, ni demasiado joven

Carta de Epicuro a Meneceo

 

Desde los albores de la sociedad tal como la concebimos, los seres humanos han sentido una ineludible necesidad de transmitir sus conocimientos, experiencias y enseñanzas a las generaciones venideras. Esta transmisión ha sido fundamental para preservar una sabiduría que ha ido evolucionando a lo largo de los siglos. Los métodos empleados para esta transmisión han experimentado grandes cambios a lo largo del tiempo. Inicialmente, prevalecía la tradición oral, pero con el tiempo, gracias a la inventiva humana, surgieron métodos más eficaces para almacenar y compartir conocimiento, como la escritura.

 

Las grandes civilizaciones sentaron las bases de formas rudimentarias de escritura, y un hito crucial se alcanzó en el último milenio con la invención de la imprenta, la cual permitió la reproducción masiva de textos y democratizó el acceso al conocimiento. De manera similar, Internet ha transformado radicalmente la manera en que accedemos al conocimiento, haciéndolo digital y accesible como nunca antes.

 

En los últimos años, en un contexto de explosivo crecimiento de los datos generados, almacenados y compartidos por los humanos a través de plataformas digitales, han surgido herramientas innovadoras de inteligencia artificial generativa. Estas herramientas posibilitan la creación de textos, videos y audios a partir de simples instrucciones, simplificando enormemente esta tarea.

 

Los cambios drásticos que ésta tecnología trae a la educación, la cual representa el pilar más noble de la actividad humana y es esencial para el progreso de nuestra civilización, vienen acompañados de importantes implicaciones éticas que debemos considerar antes de comenzar a integrar rápidamente la Inteligencia Artificial. La tecnología de IA no se construyó principalmente para la educación y las preocupaciones de los maestros pueden diferir considerablemente de la de los desarrolladores. Muchas de las principales compañías de IA han expresado su compromiso con el desarrollo ético de la tecnología de IA. Por ejemplo, Dave Willner de Trust And Safety en OpenAI dice que “En una sociedad donde el acceso a herramientas de IA generativa se volverá tan esencial como el acceso a internet, debemos equilibrar nuestra obligación de mitigar riesgos serios con permitir que florezcan valores diversos”. Anthropic, una empresa fundada por ex empleados de OpenAI se ha comprometido a desarrollar IA “constitucional”, que consideran más segura y ética que GPT. La IA constitucional se entrena en principios rectores en lugar de retroalimentación específica, de modo que la IA pueda aprender explícitamente los valores que se supone debe seguir en lugar de hacerlo implícitamente a través del entrenamiento. Google, Microsoft, Facebook y Apple también se han comprometido a desarrollar tecnologías y herramientas de IA éticas y responsables y a regular cuidadosamente la tecnología.

 

El problema persiste en que los educadores aún deberán decidir las implicaciones éticas y las implicaciones sobre estas tecnologías en ausencia de políticas y regulaciones gubernamentales. Por tanto, mientras exploramos las posibilidades transformadoras que estas herramientas pueden aportar al aprendizaje y la enseñanza, es esencial abordar las preocupaciones fundamentales que rodean su aplicación. Una de las principales preocupaciones que emerge al considerar la IA en el ámbito educativo es la presencia potencial de sesgos en los datos utilizados para entrenar estos sistemas avanzados.

 

En este contexto, es imperativo abordar la Inteligencia Artificial con una mirada crítica, incorporando un enfoque responsable en su aplicación y respaldándolo con una legislación que supervise y regule su uso. La conciencia de los posibles sesgos y discriminaciones que podrían surgir subraya la importancia de un abordaje cuidadoso y ético al aprovechar las innovaciones de la IA en el contexto educativo actual. 

 

Además, debemos preparar a los estudiantes para ser conscientes de cómo sus acciones afectan a los demás cuando usan IA y cómo pueden protegerse de la propaganda y la desinformación. También necesitan los conocimientos y habilidades fundamentales para discutir las implicaciones éticas de la IA y abogar y tomar decisiones que hagan que la sociedad sea más segura para todos.

 

Debemos cerciorarnos de que los estudiantes estén educados sobre el uso ético y responsable de la IA, para que vean la IA como una herramienta que puede ayudarles a aprender y crecer, en lugar de evitar el trabajo duro. En este tramo de mi disertación quiero proponer algunos principios fundamentales de uso responsable que los educadores deben enfatizar:

 

·       Honestidad. Los estudiantes deben utilizar herramientas de IA para ayudar a su pensamiento y aprendizaje, no como un reemplazo del trabajo duro.

·       Privacidad. Los estudiantes deben considerar la importancia de su privacidad y cómo la IA la afecta.

 

·       Equidad. Los estudiantes deben ser conscientes de los posibles sesgos de los sistemas de IA.

 

·       Humanidad: los estudiantes deben comprender los límites de la tecnología de IA y ser capaces de identificar dónde es necesaria la intervención humana.

 

·       Adaptación: los estudiantes deben comprometerse con el aprendizaje continuo sobre la IA y sus implicaciones en sus vidas y en el resto de la sociedad.

 

Los estudiantes deberán comprender a fondo el potencial de sesgo en los sistemas de IA y la capacidad para identificarlos a través de habilidades refinadas de pensamiento crítico, incluida la capacidad para detectar falacias lógicas y sesgos cognitivos. En un mundo cada vez más digital, deberemos enseñar a los estudiantes cómo practicar una comunicación respetuosa y empática en entornos en línea potenciados por IA y considerar los sentimientos y perspectivas de los demás. Necesitarán habilidades de escucha activa y mente abierta para asegurarse de poder valorar diversas opiniones y no permitir que el contenido impulsado por IA refuerce sus ideas preconcebidas sobre la sociedad. Las aulas pueden ayudar a desarrollar ciudadanos digitales estableciendo y comunicando pautas claras de seguridad en línea y privacidad. Además, habilidades fundamentales de ciudadanía digital como crear contraseñas seguras, reconocer intentos de phishing y administrar información personal en línea seguirán siendo de suma importancia. Identificar y detectar el ciberacoso y otras formas de comportamiento digital malintencionado también será central para la ciudadanía digital

 

Educar en la era de la inteligencia artificial conlleva la responsabilidad de asegurarse de que nuestros estudiantes sean usuarios responsables y consumidores inteligentes de contenido generado por IA. Modelar el comportamiento adecuado y establecer estándares ejemplares de lo que es y no es aceptable, comenzará en nuestras aulas.

 

En conclusión, las implicaciones éticas de la tecnología de IA en la educación presentan un desafío complejo. Nuestras aulas y sociedad están en el umbral de una transformación moldeada por esta tecnología. Si bien deberíamos estar emocionados por abrazar todo el potencial de la IA, debemos ser reflexivos y deliberados en nuestro enfoque para asegurarnos de que se alinee con nuestros principios éticos.

 

Aunque las empresas de IA intentan ser proactivas sobre el impacto de sus tecnologías en la sociedad, la responsabilidad última recae en los educadores para considerar las complejidades de las diversas tecnologías y los contextos en los que las integramos para garantizar la seguridad de todos nuestros estudiantes.

 

Debemos seguir siendo conscientes de cómo se comparten los datos con terceros y garantizar que se respete la privacidad de estudiantes y maestros.  También debemos trabajar juntos para identificar los cambios que debemos hacer en nuestro sistema educativo de educación superior para abrazar de manera más efectiva,

 la era de la IA sin empeorar los problemas existentes. Debemos asegurarnos de que los beneficios de la IA nos ayuden a llegar a los estudiantes que más nos necesiten en lugar de dejar que se queden atrás a medida que integramos nuevas tecnologías.

 

Las consideraciones éticas para la integración de la IA en el aula requieren un enfoque proactivo, y abordar estos desafíos asegurará que la promesa de la IA en la educación se realice de manera efectiva para todos.

 

 

 

 

 

“Abracemos la innovación sin perder de vista nuestros valores”

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